Leyendo “Cien años de soledad”, de Gabriel García Marquez, me encontré con un personaje llamado Mauricio Babilonia.
Mauricio Babilonia es un trabajador de la compañía bananera de Macondo, pueblo donde sucede la novela.
Este mantíene una relación sentimental con Meme, bisnieta de José Arcadio Buendía y Úrsula, fundadores de Macondo.
En fin, para no hacer el cuento largo, Mauricio Babilonia tiene una corta aparición en el libro. Se besa con Meme en el cine, y cuando esta es encerrada por su madre, se ponen de acuerdo para que Meme se bañe en las noches, a diferencia de todos, y Mauricio llegara para… bueno, SEXO.
La madre de Meme, Fernanda, descubre esto, pues Mauricio tiene una peculiaridad, a el, donde quiera que va, lo siguen mariposas amarillas.
Fernanda entonces, nota que en las noches, al mismo tiempo que Meme toma sus baños, la casa se llena de mariposas amarillas, y avisa al alcalde que alguien en las noches trata de robarse sus gallinas. El alcalde, manda una guardia para que cuide la casa.
Una noche, la guardia descubre a Mauricio Babilonia, levantando las tejas del baño para tener relaciones con la desnuda Meme, y le dispara en la nuca, confinandolo a cama por el resto de su vida, muere de viejo en la soledad, atormentado por las mariposas amarillas, que nunca lo dejaron en paz, y públicamente humillado como un ladrón de gallinas.
Cuando leí que a Mauricio Babilonia lo seguía un trazo de mariposas amarillas, recordé a mi profesor de Literatura de 1° de secundaria, pues había contado sobre este personaje, porque estabamos viendo el tema de realismo mágico, y relatandolé esto a mi hermano, me dijo:
“¿Creés que le haya pasado algo?”
No había pensado en eso, pero, entonces creo que si hay una razón para que me hubiera acordado de él.